Mérida, siempre hermosa

¿Como no estar enamorado de esta ciudad? Mi padre se graduó en la ilustre Universidad de Los Andes (ULA) en el año 1981 y yo en el año 2001, hermosa, fresca, agradable: su clima, sus lugares, su comida, su gente... añorada siempre Mérida. En esta oportunidad aproveche el puente del día de la Divina Pastora y por supuesto, fui a visitar a mi hija Orianna, que cumplirá dentro de poco 6 añitos. Nunca me canso de pasear aunque sean sitios que ya conozco: la vía estaba solitaria, en regular estado, la Laguna de Mucubají despejada lo que me permitió verla finalmente después de tantos años: sin neblina. El páramo siempre hermoso, el pico el Aguila.

En esta visita mi intención fue visitar lugares pendientes por conocer: el parque La Montaña de Los Sueños, el último de la trilogía de Alexis Montilla que me faltaba visitar y el Museo de Ciencia y Tecnología ubicado en Las Tapias. Sólo disponía de 3 días, así que aprovechamos el tiempo. También anduve por el centro: la Plaza Bolívar, la Plaza de Sucre en Milla, el Mercado Principal, Las Heroínas, Glorias Patrias, el parque los Conquistadores de Mérida (plaza La Burra) ubicado en El Paseo La Feria.


El Museo de Ciencia  y Tecnología tiene unos dinosaurios muy bien fabricados y un simulador de temblores que uno piensa no son posibles hacer en Venezuela. Lo mejor de todo es que los precios siguen siendo económicos.

Lo único cambiado en Mérida es el trafico vehicular, ya que la ciudad tiene calles muy pequeñas, lo que hace que en algunos lugares se formen las indeseables colas. La Montaña de Los Sueños es grandioso sobre todo para quienes disfrutan del cine, ya que hay una gran muestra de como eran los estudios de cine y televisión en los años 50 y 60.